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Don García de Quiñones, vecino del valle de Toluca, se obliga a pagar a Francisco de Anguiano, vecino de ese valle, 170 pesos de oro común que son por otros tantos que por hacerle buena obra le ha prestado en reales, de los que se da por entregado. Plazo: para de hoy día de la fecha en 6 meses primeros siguientes en reales pagados en sus casa con las costas de la cobranza. Y para seguridad de esta deuda hipoteca a una mulata, llamada María de la Cruz, de 18 años de edad, su esclava, que heredó de doña María de la Guerra, su madre, la cual esclava la tiene entregada para que la tenga en su poder hasta que la pague la deuda de 170 pesos y si cumplido el plazo no lo hubiere pagado pueda Francisco de Anguiano vender la esclava citándolo para ello, sin que sea necesaria otra diligencia y de lo que se venda sea pagado de la cantidad que le debe. Con declaración que el riesgo de muerte o de ausencia es a riego de don García de Quiñones y ha de ser obligado siempre a la paga y satisfacción de los 170 pesos y por el servicio que durante los 6 meses hiciere de la esclava a Francisco de Anguiano, le ha de dar 6 pesos a razón de uno por mes gastándolos por su mano en el vestuario. Firmaron. Testigos: Diego de Mendieta, Luis de Villagra y Nicolás Becerra, vecino y estantes en México. [Al margen: "derechos, 3 reales, doy fe".] [En papel sellado.]