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El padre fray Juan Bautista, procurador del convento de San Agustín de México, en virtud del poder que tiene de los padres prior consultores, y conventuales -que pasó ante Juan Pérez de Rivera, escribano público el 7 de mayo de 1651, que es para arrendamientos y cobranzas-, arrienda a Sebastián Maya, dos tiendas, una con su trastienda que está en la esquina de la calle que va del convento de San Agustín a la ermita de Nuestra Señora de Monserrate y da vuelta a la calle que va a la aduana, con su mostrador, armazón y tablazón de madera; la otra tienda es en la que vive Francisco, el barbero. Ambas por tiempo de un año que comenzó a correr desde el 1 de diciembre de 1652, en precio de 8 pesos en cada mes por adelantado. Con condición de no poderla traspasar, ni hacerle aderezos ni reparos si no fuere con consentimiento por escrito. Y si viviere más tiempo del año sin que se haga nueva escritura ha de pagar a razón de los 8 pesos por mes y al fin del tiempo ha de entregar el armazón, mostrador y tablazón que tienen las tiendas sin que falte cosa alguna, pena de pagar su valor. Firmaron. Testigos: Marcos Pacheco de Figueroa, Francisco Monte y Agustín Gómez de Chávez, vecinos. [En papel sellado]