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Joseph de Haro, muchacho español, natural esta ciudad, huérfano, de 13 años de edad, dijo -ante el señor don Juan de Altamirano y Velasco, caballero de la orden de Santiago, adelantado de las islas Filipinas y alcalde ordinario de México- querer entrar a servicio y por aprendiz de ensamblador y carpintería con Francisco Maldonado, maestro, por tiempo de 5 años. Y para poder otorgar escritura el alcalde le nombró por su curador ad litem a Jerónimo de Marchena, procurador de la audiencia ordinaria, quien puso al menor al servicio y por aprendiz por 5 años que han de empezar a correr desde hoy día de la fecha, durante los cuales le ha de enseñar el oficio, darle de comer y de vestir, hacerle buen tratamiento, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días y al fin del tiempo, oficial, además le ha de dar 25 pesos en reales para que con ellos se vista. Con lo cual el curador obligó al menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. Firmaron: el adelantado de las Filipinas, Francisco Maldonado, Joseph de Haro y Jerónimo de Marchena. Testigos: Ventura de Cárdenas, Melchor de los Reyes y Luis de Villagra, vecinos. [En papel sellado.]