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Doña Leonor de Rivera, mujer del alférez Pedro de Seyor, vecino, con su licencia, vende a doña María de Navas, viuda de Rodrigo Jiménez, vecina, una negra, llamada Isabel de la Cruz, de tierra Angola, soltera, de más de 40 años de edad, la cual se remató por bienes de doña Gabriela Rivera, su hermana, difunta, mujer que fue de Mateo de Cepeda Martínez, en la almoneda que de ello se hizo -ante Juan Pérez de Rivera, escribano público el 25 de mayo de 1651- en Alonso de Artega, corredor de la lonja, quien la sacó para la otorgante -como consta en la declaración que se hizo ese día ante el mismo escribano-, cediéndole y traspasando cualquier derecho sobre la negra -de lo que el presente escribano da fe ya que la almoneda y la declaración están en su poder. Declarando que la venta la realiza como se hizo en la almoneda, por ser esclava cautiva, sujeta a servidumbre, libre de empeño e hipoteca y de otra enajenación, sin asegurarla de ningún vicio, tacha, defecto ni enfermedad, más de que al presente está sana de todo sus miembros. Y la vende en precio de 350 pesos de oro común que por ella le paga en reales de contado, en presencia de este escribano, quien da fe. Doña Ana María de Nava acepta la escritura y declara tener en su poder a la negra y se da por entregada. Firmaron. Testigos: Marcos Pacheco de Figuera, Diego de Mendieta y Luis de Villagra, vecinos. [Al margen: "venta. Hecha. Di testimonio a Jerónimo Núñez de Rivera por lo que toca a la alcabala. Derechos, un peso y se otorgó fuera del oficio, doy fe".] [En papel sellado.]