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Francisco Tirado, español, de 15 años de edad, natural de México, huérfano de padre, llevado por Isabel Dorantes, viuda de Hernando Tirado, padres del menor, ante el señor don Juan Altamirano y Castilla, caballero de la orden de Santiago, adelantado de la Filipinas, alcalde ordinario de México, dijo que quiere entrar a servicio y por aprendiz del oficio de zapatero con Simón Vázquez, maestro, y para poder otorgar escritura el alcalde le nombró por su curador ad litem a Marcos Pacheco de Figueroa, procurador de la audiencia ordinaria, quien puso al menor en servicio y por aprendiz por tiempo de 3 años que han de empezar a correr desde hoy día de la fecha y durante los cuales le ha de enseñar el oficio, darle de comer, vestir, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días, hacerle buen tratamiento y al fin del tiempo oficial del oficio, le ha de dar un vestido entero de paño de la tierra, calzón, ropilla, capote, sombrero, medias, zapatos y 2 camisas con sus valonas y una esportilla con su herramienta y el curador obligó al menor que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. Firmaron: el adelantado de la Filipinas, Francisco Tirado, el menor y Marcos Pacheco, curador; Simón Vázquez no firmó. Testigos: Ventura de Cárdenas, escribano de Su Majestad, Luis de Villagra y Melchor de los Reyes, vecinos. [Al margen: "derechos, 3 reales, doy fe".] [En papel sellado.]