Ficha de contenido

El contador don Andrés del Rosal y Ríos, vecino, dijo que por cuanto Su Majestad le hizo merced futura de cualquiera de las plazas de contadores mayores del Tribunal de Cuentas de la Nueva España, y pretende se la haga del salario, como lo gozan los propietarios y demás sus compañeros que tienen merced de las futuras después de la suya con salario, y que a él le corra desde el día que tome posesión y entre a ejercer el oficio de contador mayor. Y para que tenga efecto, otorga su poder cumplido a Alonso Méndez de Sigunde, agente de negocios en el Real Consejo, especialmente para que parezca ante Su Majestad y su Real Consejo y suplique se le haga merced del salario como lo tienen y gozan los propietarios y demás sus compañeros, corriendo desde el día que tome posesión o desde el que Su Majestad fuere servido de darle, ofreciendo servirle por esta gracia con la cantidad de ducados que le pareciere y le ordenare por sus cartas, obligándole a que hará la paga de la cantidad que así ofreciere de contado en el Real Consejo o en la Real Caja. Y teniendo efecto la merced le obligue a la paga de los ducados en el plazo que se asentare y habiendo conseguido la merced saque los despachos convenientes y por duplicado. Firmó. Testigos: don [...]orsuchil, Melchor de los Reyes y Luis de Vil[lagra], vecinos. [Al margen: "derechos, 3 reales, doy fe".] [En papel sellado.] (*)