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Martín de León, vecino, recibe de las madres priora, vicaria y definidoras del convento del glorioso mártir San Lorenzo -en uno de los locutorios del convento estando juntas y congregadas a toque de campana como lo tienen de uso y costumbre- y del bachiller Juan de Chavarría Valera, albacea, tenedor de bienes y heredero de Juan Fernández Río Frío, su tío difunto, patrón de la iglesia nueva que se está edificando en el convento, 1 200 pesos de oro común, en reales, que son de los 30 000 pesos que están en depósito pertenecientes a la obra -de cuyo entrego Juan Pérez de Rivera, escribano público, da fe- y se obliga a entregar a las religiosas y patrón la cantidad de pesos en cal apagada de las caleras de don Diego de Villerias Roeles, puesta y entregada en la obra según y como está obligado por otra escritura que pasó ante Juan Pérez de Rivera, escribano público el 13 de mayo de este año y habiendo satisfecho y pagado la cantidad que en ella se refiere, ha de ir entregando la que ahora recibe. A precio cada carretada de 20 pesos, que por la buena obra que se le hace de darle los 1 200 pesos adelantados para el avío de las caleras, quita y baja un tostón en cada carretada y al precio entregará toda la demás que se le pidiere para la obra. Y se obliga de dar para ella una piedra blanca de villerías de la medida que dijere Juan Serrano, maestro de la fábrica y la entregará en ella a su costa, dándole el convento y patrón 2 oficiales de cantería que le ayuden a sacarla y si no la entrega cuando se la pidan, la puedan comprar de otra persona y ejecutarlo por lo que le costare. Las religiosas se obligan a pagar la cantidad de cal que entregare, de más de la que le tienen pagada. Firmaron: Inés de San Joseph, priora, Clara de los Ángeles, vicaria, Catalina de San Jerónimo, María de la Concepción, Leonor de la Natividad, Juan de Chavarría Valera y Martín de León. Testigos: Juan Serrano, Diego de Figueroa y Diego de Prado, vecinos. [Al margen: "derechos, 4 reales".] [En papel sellado.]