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Rodrigo Beltrán, español, natural de México, de edad de 12 años, huérfano de padre -ante don Jerónimo de Cervantes Carvajal, alcalde ordinario- por su voluntad entra a servicio y por aprendiz del oficio de barbero por tiempo de 4 años con Sebastián del Castillo, vecino, maestro. Y para poder otorgar escritura el alcalde le nombró por su curador ad litem a Diego Ruiz de Esquivel, procurador de la audiencia ordinaria, quien puso al menor al servicio y por aprendiz por tiempo de 4 años que han de comenzar a correr desde hoy día de la fecha, durante los cuales el maestro le ha de dar de comer, vestir, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días y enseñarle el oficio y al fin del tiempo le ha de dar un vestido de paño ordinario, calzón, ropilla, capote, medias, zapatos, camisas, balona y un sombrero así como media caja de barbero y oficial, so pena que a costa del maestro lo acabe de aprender con otro y le ha de pagar lo que gana un oficial. Y el curador obligó al menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido. Firmaron: don Jerónimo Cervantes Carvajal, Sebastián del Castillo y Diego Ruiz de Esquivel. Testigos: Diego de Figueroa, Diego de Acosta e Hipólito Montes, vecinos. [Al margen: "sin derechos, doy fe".] [En papel sellado.]