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Fray Joseph de Ayala, procurador mayor del convento de San Agustín de México -en virtud del poder que tiene de los padres prior y conventuales que pasó ante Juan Pérez de Rivera, escribano público, el 3 de abril de 1644 y es bastante para arrendamientos y cobranzas-, arrienda a Juan Carrasco de Salas, vecino, una casa alta, que el convento tiene en la calle de la acequia real que linda con casas suyas, por tiempo de un año que comenzó a correr desde el 1 de septiembre de este año, por precio de 150 pesos de oro común, que le paga adelantados en reales, de que se da por entregado. Con condición de no poderla traspasar, ni hacerle aderezos ni reparos, so pena de ser en sí ninguno y los reparos a su cuenta y riesgo, quedándose por mejoras de ella y sin que por ello se la haya de pagar cosa alguna. Y si más tiempo del año viviere en ella sin que se le haga nueva escritura, ha de pagar al respecto de los 150 pesos. Firmaron. Testigos: Diego de Figueroa, Diego de Acosta y Diego de Rivera, vecinos. [Al margen: derechos, 4 reales.] [En papel sellado.]