Ficha de contenido

José de Sierra, vecino, dueño del obraje de hacer paños que queda en los altos de San Jacinto por bienes de Pedro de Sierra, su padre, y que se le remató por la justicia ordinaria, y por Bernabé Sarmiento de Vera, escribano público -según consta en dicho remate que pasó en esta ciudad el 28 de noviembre de 1676-, vende a Sancho de Posada y Agurto, vecino de la villa de Coyoacán y dueño de obraje en ella, un mulato nombrado Domingo de la Cruz, soltero, de edad de 32 años poco más o menos, y cuyo padre lo tuvo de doña María Villavicencio Rosillo, viuda del doctor Francisco Hurtado de Arciniega -por escritura de 29 de marzo del 1670 ante Alonso de Rueda Torres, escribano real. Lo vende por precio de 350 pesos de oro común en reales, que recibe de mano de José de Fuenlabrada, personero y administrador de don Sancho Posada, en presencia del escribano y testigos. Firmó. Testigos: José de Tola, el bachiller Cristóbal de Fuenlabrada y Melchor Rangel, presentes.