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El licenciado don José Arias Maldonado, abogado de esta Real Audiencia y regidor de esta muy noble y leal ciudad de México y vecino de ella, originario de la ciudad de Los Reyes en el Reino del Perú, hijo legítimo del capitán Miguel Arias Maldonado y de doña Isabel de el Águila, que su padre fue originario de la ciudad de Sevilla en los reinos de Castilla y su madre, de la ciudad de Los Reyes, ambos difuntos. - Estando enfermo en cama y temiendo de la muerte cosa natural a toda viviente criatura y por cuanto la gravedad de su enfermedad no le permite hacer su testamento da a doña Bárbara de Rueda, doncella, su entenada, de estado celibato, poder para testar, para que después de su fallecimiento y dentro del término que la ley dispone pueda hacer su testamento con todas las mandas, legados y declaraciones que conduzcan al descargo de su conciencia hasta donde alcancen los bienes que le tocaren. - Y fallecido quiere ser sepultado en la parte y lugar que le pareciere a su albacea que irá nombrado a cuya disposición deja su entierro, funeral y los demás a él tocante y se pague de sus bienes. - Declara fue casado y velado según orden de la Santa Madre Iglesia con doña María de Rueda viuda mujer que fue de el doctor Sebastián de Villalobos, médico. - Durante su matrimonio no tuvieron hijos, y el caudal que trajo la susodicha a su poder en reales y ajuar consta por la carta de dote y bienes parafernales que el dicho doctor le otorgó a que se remite por no haber celebrado el escritura de dote, quien dejó por sus herederos a la dicha doña Bárbara de Rueda y sus hermanos y así lo declaró. - Nombró por su albacea y tenedor de bienes a doña Bárbara de Rueda, a la cual le dio el poder para que entre sus bienes, los cobre, los venda y remate en almoneda o fuera de ella y de su procedido cumpla y pague este poder y el testamento que en su virtud se hiciere y use del cargo de albacea todo el tiempo que hubiere menester porque se lo prorrogó para su cumplimiento sin que ningunas justicias le pidan cuenta. - Y en el remanente que quedare de todos sus bienes derechos y acciones nombra e instituye por sus únicos y universales herederos a doña Bárbara Rueda, al bachiller don Francisco Arias Maldonado clérigo, diácono, su ahijado de esta ciudad; doña Felipa y doña María Arias Maldonado, doncellas, a quienes ha tenido y criado en su casa y compañía por ser deudas suyas, para que los hayan y hereden con la bendición de Dios y la suya, en atención a que no tiene herederos forzosos, ascendientes ni descendientes. - Y por la presente revoca y anula cualesquier testamentos y codicilos. Los poderes para testar que otorgó ante el escribano de su Majestad y testigos, y el testamento que en su virtud fuese hecho quiere que se guarde y cumpla por su testamento último y postrimera voluntad. Firmó. Testigos: el reverendo padre predicador fray Félix de Sandategui, religioso, sacerdote del orden de nuestro padre San Francisco, Juan de la Bata y Melchor Rangel.