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Juan de Vargas, mozo español, natural de los reinos de Castilla, de 17 años de edad, ante el tesorero Juan de Alcocer, regidor y alcalde ordinario de México, dijo querer entrar a servicio y por aprendiz del oficio de pastelero con Melchor Pérez, maestro, por tiempo de 4 años. Y para poder otorgar escritura el alcalde le nombró por su curador ad litem a González Jiménez, vecino, quien puso al menor por aprendiz, por tiempo de 4 años que corren y se cuentan desde hoy día de la fecha, durante los cuales el maestro le ha de enseñar el oficio, hacerle buen tratamiento, le ha de dar de comer, vestir y curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días y al fin del tiempo le dará un vestido de paño ordinario, calzón, ropilla, capote, medias, zapatos, camisas, sombrero y balonas y darle por oficial, so pena que a costa del maestro lo acabe de aprender con otro y le ha de pagar lo que gana un oficial. Y el curador obligó al menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. El alcalde, y el menor firmaron; Melchor Pérez y González Jiménez no firmaron. Testigos: Diego de Figueroa, Diego de Acosta e Hipólito Monte, vecinos. [Al margen: derechos, 4 reales y uno del papel y no más, de que doy fe.] [En papel sellado.]