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Fray Joseph de Ayala, procurador mayor del convento de San Agustín de México -en virtud del poder que tiene de los padres prior y conventuales que pasó ante Juan Pérez de Rivera, escribano público, el 3 de abril de 1644 y es bastante para arrendamientos y cobranzas-, arrienda a Francisco Morales, una casa y tienda que está en la calle de San Agustín, que linda con casas del convento en que vive Andrés del Billar, por una parte y por otra con casas de los guerreros, por tiempo de 6 años, que han de comenzar a correr desde el 1 de julio de 1645, por precio de 320 pesos de oro común en cada año y declara que a cuenta del arrendamiento Francisco de Morales le ha pagado 600 pesos en reales, de los que se da por entregado, y son para los aderezos y reparos que necesita la casa, los cuales realizará dentro de un mes que corre y se cuenta desde hoy día de la fecha. Y los 600 pesos se han de desquitar en esta manera: 120 pesos cada año, de cada tercio 40 pesos, y lo demás de los 320 pesos le ha de pagar por sus tercios adelantados, en reales. Con condición de no poderla traspasar, ni hacerle más aderezos ni reparos de los que hiciere la parte del convento, so pena de ser en sí ninguno y los reparos a su cuenta y riesgo, quedándose por mejoras de ella y sin que por ello se haya de pagar cosa alguna. Y si más tiempo de los 6 años viviere en ella sin que se le haga nueva escritura, ha de pagar al respecto de los 320 pesos por año. Firmaron. Testigos: el capitán Gonzalo de Francia, Ventura de Cárdenas e Hipólito de Monte, vecinos. [Al margen: derechos, 4 reales, no más, de que doy fe. Arrendamiento. Hecho para Francisco Morales.] [En papel sellado.]