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Fray Joseph de Ayala, procurador mayor del convento de San Agustín de México -en virtud del poder que tiene de los padres prior y conventuales que pasó ante Juan Pérez de Rivera, escribano público, el 3 de abril de 1644 y es bastante para arrendamientos y cobranzas-, arrienda a Cristóbal de León, vecino, una casa alta que es en la calle de la Palma, que por ambas partes linda con casas del convento y con la vivienda que le corresponde al callejón del portal de la acequia, según y como lo ha tenido Juan Rodríguez Saenz, por tiempo de 4 años que han de comenzar a correr desde el 1 de enero de 1654, por precio de 366 pesos de oro común en cada año. Y confiesa que ha recibido de Cristóbal de León 500 pesos de oro común en reales que le ha pagado adelantados a cuenta del arrendamiento para aderezar la casa y hacer en ella los reparos que necesita para su habitación, los cuales se obliga a tenerlos para el primero de enero, so pena de que no haya de correr este arrendamiento sino fuere desde el día que conste haberse hecho los reparos sin que falte cosa alguna y de los 500 pesos se da por entregado. Con condición de no poderla traspasar, ni hacerle otros aderezos ni reparos sino fuere los que ahora se han de hacer por su mano, so pena de ser en sí ninguno y los reparos a su cuenta y riesgo, quedándose por mejoras de ella y sin que por ello se le haya de pagar cosa alguna. Y si más tiempo de los 4 años viviere en ella sin que se le haga nueva escritura, ha de pagar al respecto de los 366 pesos. Firmaron. Testigos: Diego de Mendieta, Diego de Figueroa y Luis de Cuenca, vecinos. [Al margen: derechos, 4 reales.] [En papel sellado.]