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Felipe Gutiérrez, vecino, dueño de tienda de menudencias, otorga su poder cumplido a Fernando de Perea, vecino de la ciudad de Guadalajara, especialmente para que en su nombre venda una casilla baja de piedra y adobe que se compone de una salita y recámara con un patio pequeño, y en él otro aposento cocina y corral, que tiene en la calle que va de detrás de la Compañía de Jesús al barrio que llaman Mexicalcingo -linde con casas que fueron de fulano Ferrer y confronta con casa que llaman de las Pugas. Declara que la casilla la compró de Juana de Torquemada, negra, libre, por escritura que pasó en la ciudad de Guadalajara el 15 de noviembre de 1669, ante Diego de la Barra, escribano real, la cual vende libre de empeño e hipoteca y de otro gravamen, como consta en el testimonio del Cabildo que en esa ciudad sacara Fernando de Perea, para el efecto, en precio de 500 pesos de oro común, en reales de contado o lo más que hallare por su valor. No firmó. Testigos: Diego de Sevilla, Lucas de Velasco y Bernardo Enríquez del Castillo (firmó). [Al margen: "sin derechos".] [En papel sellado.]