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Ignacio Velasco, español, huérfano de padre y madre, mayor de 14 años, llevado por el señor doctor Nicolás de Velasco, dijo -ante el capitán don Juan de Cervantes Casaus, caballero de la orden de Santiago y alcalde ordinario de México- que quiere entrar a servicio y por aprendiz del oficio de barbero con Juan de Apelo, maestro. Y para poder otorgar escritura el alcalde le nombró por su curador ad litem a Antonio Negrete, procurador de la audiencia ordinaria de México, quien puso al menor al servicio y por aprendiz por tiempo de 2 años que han de empezar a correr desde hoy día de la fecha y durante los cuales el maestro le ha de tener en su casa, darle de comer, vestir, hacerle buen tratamiento, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días, enseñarle el oficio, so pena que a su costa lo acabe de aprender con otro y le pague lo que gana un oficial, y al fin de los 2 años le ha de dar un vestido entero de paño de la tierra dieciocheno, calzón, ropilla, capa, armador y mangas, medias, zapatos, sombrero, 2 camisas con sus valonas, con media caja de barbero o en su defecto 30 pesos en reales. El curador obligó al menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. Firmaron: don Juan de Cervantes Casaus, alcalde, Juan de Apelo, maestro y Antonio Negrete, curador; el menor no firmó. Testigos: el bachiller Alonso Muñoz, Antonio Ramírez y Juan Antonio Negrete, escribano real, presentes. [No hay nombre ni firma del escribano] [Al margen: "Juan de Apelo contra Ignacio de Velasco."] [En papel sellado.]