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Juan Pérez de Salazar, español, huérfano de padre, mayor de 14 años, llevado por su madre, dijo -ante el capitán y sargento mayor don Alonso Ramírez de Valdés, caballero de la orden de Alcántara, señor del estado de San Esteban del Mar y corregidor de México- que quiere entrar al servicio y por aprendiz del oficio de tirador de oro con Pedro de Montoyo, maestro. Y para poder otorgar escritura el corregidor le nombró por su curador ad litem a Antonio Negrete, procurador de la audiencia ordinaria de México, quien puso al menor al servicio y por aprendiz por tiempo de 4 años que corren desde hoy día de la fecha, durante los cuales el maestro lo ha de tener en su casa, le ha de dar de comer, vestir, hacerle buen tratamiento, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días y enseñarle el oficio, so pena que a su costa lo acabe de aprender con otro y en el ínterin que lo acaba de aprender le ha de pagar lo que gana un oficial, y al fin de los 4 años le ha de dar un vestido entero de paño de la tierra dieciocheno, calzón, ropilla, capa, armador, mangas, medias, zapatos, sombrero, 2 camisas de brea, con sus valonas o en su defecto 30 pesos en reales. El curador obliga a su menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. Firmaron: el corregidor, Pedro de Montoyo, maestro y Antonio de Negrete, curador; el menor no firmó. Testigos: el bachiller, Alonso Muñoz, Francisco de Peñafiel (firmó), Nicolás de la Mareha [sic] y Juan Antonio Negrete, escribano real, presentes. [Al margen: "Pedro Montoyo, maestro de tirador de oro contra Juan Pérez de Salazar."] [En papel sellado.]