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Cristóbal de Santiago, indio, natural de México al barrio de Santa Cruz, llevó a Bartolomé Agustín, indio, su hijo, de edad de 15 años y mediante Antonio Ferrer, intérprete de la Real Audiencia, dijo ante el capitán y sargento mayor don Alonso Ramírez de Valdés, caballero de la orden de Alcántara, señor del estado de San Esteban del Mar y corregidor de México, que desea ponerlo a servicio y por aprendiz del oficio de tornero y pidió se le otorgue licencia para ello, la cual le fue concedida por el corregidor, con la cual puso a su hijo al servicio y por aprendiz con Joseph Navarro, maestro del oficio de tornero, por tiempo de 4 años que corren desde hoy día de la fecha, durante los cuales ha de tener al menor en su casa, hacerle buen tratamiento, darle de comer, vestir, curarle en sus enfermedades como no pasen de 15 días, enseñarle el oficio y al fin de los 4 años le ha de dar un vestido entero a su usanza o la cantidad que fuere necesaria para hacérselo, con lo que obligó al menor a que no se irá ni ausentará de la casa y servicio so pena de ser traído y compelido a que cumpla. Firmaron: el corregidor, Antonio Ferrer, intérprete y el maestro Joseph Navarro: Cristóbal de Santiago y Bartolomé Agustín no firmaron, por ellos lo hizo un testigo. Testigos: Tomás Joseph de Matos, Diego de Sevilla y Antonio Negrete, vecinos. [En papel sellado.] [Al margen: "Joseph Navarro contra Bartolomé Agustín."]