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Don Carlos Ignacio Gómez de Avendaño, mercader, vecino, originario del reino de Granada, Castilla, hijo legítimo de Sebastián Gómez de Avendaño y de doña María Pinzón de Escobar, ambos difuntos, originarios de la ciudad de Granada, otorga poder para testar a doña Josefa Gómez de Avendaño, su esposa, para que después de su fallecimiento otorgue su testamento con las siguientes cláusulas: - Pide ser sepultado en la parte y lugar que pareciere a sus albaceas y que las misas se paguen de sus bienes. - Declara haber sido casado y velado con doña Josefa Gómez de Avendaño, la cual llevó dote que consta en la escritura que le otorgó y tuvieron por hijos legítimos a María Jacinta, José Manuel, Ana María Rosa Gómez de Avendaño. - Nombra como tutora y curadora ab bona según las leyes de estos reinos a doña Josefa de Avendaño para que cuide a sus hijos: doña María Jacinta, José Manuel, doña Ana María Rosa Gómez de Avendaño. - Declara que le deben diferentes personas diversas cantidades de pesos y que él, don Carlos Ignacio Gómez de Avendaño, debe a otras personas por escrituras, vales y cuenta de libros por lo que manda que se cobre lo que le deben y se pague lo que él debiere. - Manda que se le den a Juana Josefa niña expuesta en su casa, la cantidad de 300 pesos en reales. - Nombra por sus albaceas a doña Josefa Gómez de Avendaño, al capitán don Pedro Jiménez de los Cobos y declara como tenedora de sus bienes a su esposa doña Josefa de Avendaño. - En el remanente que quedara de sus bienes, derechos y acciones nombra por universales y únicos herederos a sus hijos y ruega a su madre la educación y enseñanza de ellos. Firmaron. Testigos: Bernabé de Andía, José de Andía y Melchor Rangel.